“La oveja Fátima”
Érase una vez, en un barrio muy muy lejano en la Ciudad de México llamado Santiago Tulyehualco, una oveja chiquita chiquita llamada Fátima, que apenas tenía 7 añitos se levantaba, desayunaba y cepillaba su lana.
Cayó la tarde y con ella la pata de mamá oveja llevándola a la escuela. Corrían y corrían los minutos y mamá oveja no aparecía a la hora de la salida.
La maestra tortuga sin saber lo que hacía, entregó a la pobre ovejita a una loba peligrosa que con astucia reía y reía.
Las comadrejas y los cuervos murmuran que la pobre ovejita hoy se encuentra en una granja en el cielo.
Moraleja: Por eso recuerda, por más pequeñita que seas ovejita, se lista, muy lista, no te dejes engañar por un lobo vestido de oveja, por que no te va a llevar a donde está mamita.